Solo Aquí, entre Tú y Yo~

Locuras, melancolias y hechos propios dramatizados y exagerados a traves de palabras bonitas. Incoherencias y secretos entre la Luna y yo, que se han hecho palabras y se han posado aquí, cual Mariposa en una flor de Primavera.

sábado, 31 de enero de 2009

Tú...

Se sentó en el árbol, se tapó con la mata, acomodó el café y se puso a mirara la foto, a acariciarla, a mirar bien sus ojos de mirada indescriptible y pestañas hipnotizantes y miró que estaba llena tal como la ultima vez que lo vio.
Se puso a pensar, se dio cuenta de lo que había olvidado y creyó que era capaz de estar bien para poder recordarlo y eso fue lo que hizo, recordar.
El reflejo de la luna en tus lágrimas, la soledad que te agobiaba, los recuerdos que te mataban por dentro y destruían tu corazón, los instintos que no podías seguir, la rutina y la sociedad que te prohibía ser diferente. Lo que viviste, soñaste y pensaste, hasta lo que amaste, odiaste, rezaste y más íntimamente deseaste. Todo eso era parte de ti, de lo que me hacías sentir. Lo que te gustaba, a lo que aspirabas, tus ilusiones, tus desilusiones, cuando mirabas al cielo, cuando necesitaste ayuda, cuando caíste y no supiste como pararte y pensaste en que no podrías seguir. Tu dolor que era tu aura, reflejaba tu alma. El frío de tu cuerpo que reflejaba lo que había recibido tu corazón. Los abrazos, lo que sentías cuando besabas sin amar y más aun cuando amabas. Las blasfemias, lo que te gustaba desayunar, ese lunar únicamente tuyo. Lo que te destruyó, lo que no te dejó vivir.
Ese mirada, ¡Oh! Tu mirada, la que aceleraba mi corazón, que me derretía, que no dejaba indiferente a nadie. Esa mirada dulce pero triste, que deseaba ser fuerte pero representaba soledad infinita.
Las melodías que tarareaste, los manjares que saboreaste, lo que observabas clandestinamente y tus manos cuando tocaban mi rostro, mi cuerpo.
Los miedos que te ahogaban, la rabia, el rencor, lo que no pudiste perdonar.
Cuan do despertabas sudando en las noches, cuando llorabas sin saber por qué.
Esa risa pícara que aparecía cuando un recuerdo se cruzaba por tu mente.
Los errores cometidos, el tiempo perdido, los pecados cometidos.
Las ilusiones que deseaste fueran real, los pensamientos que corrompieron tu mente, lo que deseabas destruir y lo que destruiste, lo que deseabas reconstruir, pero jamás lo hiciste. Lo que arruinaste después de tanto esfuerzo y lo que no, pero te inculpaste.
¿Cuántas veces te miraste al espejo y viste con orgullo las heridas de guerra y las lágrimas que caían como trofeo? ¿Cuántas veces deseaste lo de tu prójimo? ¿Recuerdas con afecto a quien siempre te odió? ¿Cuántas veces comiste sin tener hambre, solo por deseo? ¿Cuantas veces mentiste, te mentiste? Las que rieron y las que salvaron corazones. La risa irónica que escondía sufrimiento sin lograrlo. Las emociones que no debiste sentir, lo que era prohibido, el tabú, las censuras.
Las preguntas sin respuestas, los esfuerzos sin recompensa. Lo que quisiste terminar pero nuca tuvo fin. La imaginación que dejabas volar hasta lugares impensados en la mente de un hombre común sino de un niño. Lo que creíste imposible y dejó de serlo solo para ti. Las veces que odiaste a quien más amabas, del amor al odio ¿un paso? Y… ¿viceversa?
Los lugares que jamás olvidaste, porque tenían una historia, cada plaza, cada banca, cada árbol, cada edificio en esta cuidad y en otras más. Y ese árbol, todavía lo recuerdo, donde plasmamos nuestro amor, esas iniciales que no se borraran con nada de su tronco, los besos que hicimos inmortales ahí, tantos momentos, tantas cosas.
¿Cuántas veces deseaste ser tú? ¿Cuántas veces lo fuiste realmente?
Cuando tu alma estalló de dolor y ya no querías más, no querías seguir sufriendo.
El titubear de tu voz queriendo pedirme ayuda y tu orgullo impidiéndome ayudarte. Tu boca me mentía mientras tus ojos no podían ocultar la verdad.
Te dije: ¿Has sido feliz? ¿Te he ayudado? ¿Te dí paz, consuelo, alivio? ¿Te fui útil?
Lo que me decías… No te creo, no todo era mentira. Aunque supe el por qué, me diego a entenderlo.
¿Cuántas veces dejaste de creer en Dios? ¿Cuántas veces te arrastraste de nuevo a sus pies? ¿Cuántas veces dijiste blasfemias? ¿Cuántas veces dejaste de lado la esperanza y te resignaste? ¿Cuántas veces no deseaste más?
Todo eso, todo ¿Creíste que desaparecería contigo? No, no fue así. Quedó y quedó para siempre, en mí, y no se irá nunca, porque aunque no estés aquí conmigo, lo que te hacía ser tú vive ahora en mí, en mi corazón, porque tú vives en mí.

La vida continúa, su vida continúa.


Fragmento de un libro q intento escribir, son parte de mis pensamientos ...
autora : Ma Fda Diaz Fdez ( yo xB )

domingo, 25 de enero de 2009

Rayos de Luna (...?)

Los rayos de la luna entraban por la ventana la noche de mi muerte, en la que perdí mi alma, en la que se rompió mi corazón, mi espíritu voló y yo lo dejaba ir...la causa de muerte? no lo sé, doctores de todos lados del mundo discutían la razón , pero solo tú sabes la verdad
Consecuencias? no más de las esperadas, no más de las obvias, madre llorando, amigas quizá también, pero todo lo demás... se olvidará...años después de mi partida me daré cuenta que tan solo me he convertido en un recuerdo, en la cosa que más llegué a temer, un recuerdo...

La Pequeña Hormiga

Era una pequeña hormiga, que a pesar de ser diferente al resto y especial como cada cual, el mundo la seguía viendo pequeña e insignificante. Un día se encontró en el lugar equivocado y con la persona (quizás) indicada para tal acto, asesinaron a la pobre hormiga, aplastada por el dedo de quien no veía a la pobre hormiga como otra cosa que un estorbo, algo pequeño e insignificante y por tanto que no sentía dolor. Así la pequeña hormiga, nunca pudo hacer nada para que la vieran diferente, que la respetaran, que supieran que también sentía el dolor. No podía ir contra su naturaleza. Era su destino morir así, y vivir con la angustia de que quizá seria su último momento.Quizá esto ayudó a al pequeña hormiga a vivir mejor , pensaran Uds. , pero no fue así, la llegada inminente de su muerte la angustiaba y acongojaba tanto que llego a vivir solo para morir.

Cosas extrañas empezaron a suceder...

Un día, más bien hoy día fue un día realmente extraño para mí. El cielo quizá lo anticipado con su extraño comportamiento; pasar pro todas las estaciones del año desde el completo invierno al verano infernal en el que vivimos tan solo por diversión. Luego de este extraño comportamiento climático, llegó algo totalmente inesperado. Estaba divagando entre tanto pensamiento, mirando al techo, acostada en la cama sin hacer nada, cuando de repente el sonido del teléfono me despertó. Me incorporó rápidamente, corrí al pasillo y levanté el teléfono:
-¿Aló?- dije.
-¿Aló? ¿Ana?
-No lo siento, número equivocado- respondí apenada.
-¡Ah! ... oh... lo siento, lo que pasa es que conocí a una niña anoche y no me acuerdo bien de su nombre...
-No soy yo a quien buscas , no conocí a nadie anoche y aparte, no conozco a ninguna Ana.
-Eh... pero... ¿Podemos hablar de todas formas un momento?- preguntó interesado.
-Mmmm...- vacilé- esta bien, pero solo un rato
Y así hablamos como media hora, de todo un poco pero especialmente de su edad (37 años).
Esa fue solo un parte de todo este día.
Me metí al computador, se abre messenger y me conecto para ver que pasa con el mundo que me rodea. Me comienza a hablar todo el mundo que estaba conectado, y eso no es poco, las tres personas que jamas esperaría que me hablaran me hablaron. mantuve una conversación bastante agradable con los tres. Por su fuera poco nos ponemos a conversar con un joven bastante interesante que de repente me empieza a juzgar (fue mi impresión) de la nada. Me enojé y el no me habló más, yo me alteré y me desesperé, cuando le pregunte que pasaba el me dijo que estaba descansando... me sentí como una completa estúpida.
La verdad ahora me siento más. no puedo creer que este ventilando este tipo de cosas. quería que se enteraran de lo extraño que había sido mi día pero ahora me siento como la "famosa Feña" escribiendo huecamente lo que me pasa. uf! ¿Es que uno no se podrá escapar de sus pesadillas? Intentaré para la próxima vez no escupir al cielo.