Un roce en la mano, una mirada extraviada, una sonrisa que escapa de los labios de ambos.
Unas palabras juguetonas, unos abrazos con ternura y torpeza, unos pestañeos de más.
Unas conversaciones profundas, unos latidos extras, unas miradas que [se] buscan, más maquillaje buscando su atención, sonrisas estúpidas volando antes de verse.
Unos momentos, esos momentos, en los que se está cerca, muy cerca, tan cerca que no puedes pensar en otra cosa que no sea besar[le], abrazar[le], tener[le].
Pero se rompe.
Llegas a tu casa, te miras al espejo y te das cuenta que no son 'tal para cual', que lo suyo nunca podría funcionar y que realmente no le quieres, no le deseas, solo es ... momentáneo, solo son... impulsos.
(Pero,) así termina[?]