Solo Aquí, entre Tú y Yo~

Locuras, melancolias y hechos propios dramatizados y exagerados a traves de palabras bonitas. Incoherencias y secretos entre la Luna y yo, que se han hecho palabras y se han posado aquí, cual Mariposa en una flor de Primavera.

jueves, 31 de diciembre de 2009

¡ Adiós 2009 - Bienvenido 2010 !



Creo que nunca había hecho un resumen de algún año pasado tan desalentador. Puede ser también porque nunca había vivido lo que viví este año. No puedo sacarme de la cabeza lo peor de este año, no, no puedo pensar en las cosas hermosas que sucedieron, porque sigo aquí, en mi cama derramando lágrimas, como todo el puto año.
Hay cosas hermosas, es verdad, no logro recordarlas todas y se me hace mas dificultoso, evidentemente, todo culpa de mi inevitable visión del “vaso medio vacío” ya usual en mí.
Cosas, como cumplir 16 añitos y ya sentirse más madura, eso fue genial, más tranquila. Conocer ese grupo de personas ya mencionadas anteriormente en otra entrada, esa familia de In Lak’ech, y ver de nuevo con otros ojos, esos ojos de clown que me ayudaron muchas veces. Re-enamorarme del Tetro, volver a mis inicios y sentir que ya no era solo el querer estar en pantalla o ser reconocida, o actuar en una diferente realidad, también fue la felicidad infinita tras el aplauso del público, esa emoción de haber logrado algo, provocar cosas al prójimo y vez mas diferente y parecidos a mi. Cosas pasaron también, como ir madurando através del tiempo, esas mínimas experiencias que solo se ganan con el tiempo. Conocer a personas que cambiaron mi vida, aunque suene de forma extraña y trillada, fue así. Conocí diferentes personalidades y fui teniendo más paciencia y tolerancia. Indiscutiblemente dentro de lo mejor están los conciertos a los que asistí. Viendo a mis artistas favoritos en vivo y en directo, verlos también desde otro ángulo, ya que los vi detrás del escenario con sus familias, o saliendo del baño, etc. También las compañías y esos momentos pequeños que hicieron inolvidables algunos lugares, algunas frases, etc. Existieron inolvidables lugares, inolvidables recorridos. Lugares de santiago que nunca había conocido, lugares que se quedaron grabados en mis pies y ahora me atraen, por inercia. Esos hermosos lugares que me sirvieron para soñar y llegaron hasta meterse en mi cabeza de una forma que llegó a asustarme. La locura, logró tocar mi puerta, pero gracias a estas cosas hermosas no logré abrirle, ni quise, tuve esa fuerza para no hacerlo.
Y es que es ahora cuando más me doy cuenta y siento los horribles momentos que llegué a vivir, ¿aprendí algo? quizá si, o quizás no, no lo sé. Es ahora, que mojo el teclado y tengo los ojos cegados por aquellas que me invadieron el alma desde comienzos de año, que debo decir que si pudiera eliminar este año, lo haría sin duda alguna. Y sin titubear, este ha sido el peor año de mi vida. Espero y haré que sea así, no se repetirá, porque ahora, s mi turno, no se volverá a repetir. Porque quiero ser fuerte y tomar las decisiones correctas, no más inmadurez, quiero ser grande y vivir mi vida a favor de mi felicidad, de alguna u otra forma. Los momentos hermosos son los que me hacen resurgir, esas personas maravillosas que conocí, o al menos nunca me esperé aquello que me entregaron. Dos personas que se unieron por cosas del destino hicieron cambiar mis puntos de vista y mi vida a la vez, ya que con ellas he pasado cosas que solo con ellas podría pasar. Gracias.
NO, he decidido no hacer recuento lo horrible que viví, lo acabo de hacer, no quiero escribirlo, si, un recuento de esas horrible emociones, ya que siendo sincera, no recuerdo mucho el por qué, ni el cómo, de lo que viví este año. Horror, soledad, tristeza, amargura, ira, desesperación, locura (¿?), pereza, estupidez, abandono, vacío, rencor, odio, y mucho miedo.
Fin del 2009, ahora se viene un nuevo año de experiencias y sonrisas, de lágrimas, espero muchas de ellas, solo que de felicidad y no de pena. Ahora es mi turno de ser feliz y tomar las decisiones a favor de ello. Debo madurar y eso es lo que quiero este 2010.
¡Feliz año Nuevo!

Entre el libro...


Se sirvió el café y fue a su habitación a buscar una manta para protegerse de la helada que caía en el patio de su casa.
Por la ventana entraba un rayo de luz que venia de la luna y caía sobre un libro, su titulo la atrajo a él, “Recuerdos de un amor olvidado”, le parecía conocido. Dejó el café en el velador y la manta en la cama, tomó el libro con las dos manos y sintió como su corazón se estremecía aprisionado en su pecho y aumentaba su ritmo. Un mal presentimiento la obligaba a dejarlo donde estaba, a volver a lo que estaba haciendo, fingir que no había pasado nada y olvidar ese libro para siempre, pero como siempre, su curiosidad fue mayor, la adrenalina…, quería extasiarse con lo que fuese que le aceleraba los latidos y no le importaban las consecuencias, cosa no habitual en ella, que había empezado a dirigir su vida en torno a ellas.
Abrió cautelosamente, el libro y empezó a leer: “un hombre se le acercó y le dijo:”ama profunda y apasionadamente…, puedes salir herido pero es la única forma de vivir la vida completamente”. Él debió agradecer estas palabras, aunque nunca supo quien fue el autor de éstas, que le hicieron vivir el amor como se debe, pero por eso…”.
Un golpe la hace botar repentinamente el libro de entre sus manos y cae al suelo entre sus pies mientras ella es arrojada a la cama por esta sensación de culpa, de cómo si ella estuviera haciendo algo malo. No le prestó mayor importancia a la cauda del golpe, porque se da cuenta que había sido su gato y vuelve en si para buscar el libro con desesperación, está abierto, hay una foto, con la oscuridad no distingue la cara, y no quería render la luz, así es que miró hacia la ventana y vio el mismo destello de luz de luna que le había revelado el libro y acercó la fotografía a él, lo miró con detención, era un lugar bastante neutro, y era de noche la parecer, era una persona sentada en el suelo, era un hombre, miró de nuevo y esta vez observó bien todos los detalles, uno por uno: sus pelo, sus manos, sus labios, sus ojos, y al ver detenidamente sus ojos fue inevitable que le cayera una lágrima que manchó la foto y recordó con la nitidez perversa de la nostalgia a quien había borrado de su mente, por necesidad, por su propio bien , a quien no quería recordar. Sé preguntó por qué habían fotos de él en su poder, si las pocas que tenia las había quemado o enterrado y no entendía como había llegado ahí.
Extracto de algunas cosas que se convertirán algún día en un libro xd
Autora: María Fernanda Díaz F. (yo :B)

Suspiro de vida...

Con la plena inconciencia en su mente se asomó a la realidad el efecto social, del que no sabemos si es más que una locura inventada por el sentimiento de culpa y necesidad de justificación o más bien algo normal entre todos los mortales que somos en este plantea, en este país, en esta bizarra ciudad.
Fue atacada por los ojos penetrantes de su donador. Fue el quien le entregó un último suspiro antes de la muerte. Quien posó sus labios en los de ella y le pidió que no lo dejara solo, porque, como lo había dicho tantas veces, no podría vivir sin ella. Y no solo son palabras bonitas, es que realmente era un desgraciado y dependiente parásito de su amor. Había vivido a costas de su ternura la vida entera y ya debía dejarla partir. No quería, no lo deseaba, solo quería correr y llorar...

Clavel blanco




Aquel blanco como el viento que viola mis mejillas enrojecidas, que pone de punta mis pelos y hace vibrar mis sentidos. Aquella que costó solo unas monedas y me dio más de 8 horas de felicidad y contando. Aquella que delicada se fue de mis labios a sus manos y luego al bolsillo de aquel otro, en su corazón, con su palpitar quedó aquella. Fue la última vez que la vi, pero no la olvidaré jamás, porque simboliza tanto, tanto para mí…
Aquel que nació, que me hizo despertar de mi “realidad”, aquel que al respirarlo fue ya aparte de mi y se unió, se fundió en mi corazón y siempre fue parte de mi ser, pero por miedos inadmisibles no quise aceptarlo, no me quise arriesgar a simplemente amarlo.
Ahora, ahora solo quiero que este amor y pasión que siento se demuestren donde a otros les incite escalofríos, donde a otros les emocione y llegue las diversas historias, sentirse identificado y ser parte de un mundo, basado en realidad o no. Quiero que llegue el momento en el que lo disfrute de tal manera que se feliz por siempre así, y ahí, tal el aplauso final. Gracias mi clavel hermoso *-*

martes, 29 de diciembre de 2009

Momento (?)

Prendo un cigarrillo de eso ya arrugados, hace tiempo que no lo sentía en mi boca. El humo llena mi garganta y se calma un poco mi corazón. Se sienta al lado mío un joven de 20 años aprox., cabello oscuro y algo largo en la parte de arriba, en la escalera de algún museo, y me pidió fuego. Le paso mi cigarrillo y fumamos juntos. Su pierna roza la mía, su codo se empieza a acercar. Su mano tirita nerviosa y tentativamente se posa en su rodilla mientras mira la gente pasar.Resuenan los tacos femeninos y veo como un palomo se infla e intenta correr tras su paloma, no persiste en su búsqueda hasta que ella vuela a lo lejos.Apago el cigarrillo en el piso, hago ademán de levantarme, me tomó del brazo, se acercó a mi cara, sus ojos casi chocan con los míos, su mirada hizo erizar cada vello de mi cuerpo, me quitó el bolsón y corrió, alejándose de mí a gran velocidad.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Fingir para sentir~

No puedo creer que ahora, ahora esté vacía. No, no realmente, ni como otras veces, pero creo que… me entré mucho ene l papel de la marioneta. Ahora (y hace algún tiempo ya), he estado actuando mis emociones. Si, está bien, creo fielmente de que esto es una obra, una película mejor dicho. Creo también en esta realidad, que es una de las tantas narrada por su propio protagonista, solo eso. Pero… ¿el llegar a actuar? ¿Así? Me hace sentir falsa (más que irreal) y vacía.
¡Sí! Quiero (aunque con mi típico miedo) ser una Marioneta de mi propio corazón, de mis pasiones y de mi esencia, de todo aquello que desee… Porque quiero ser ¡YO! Y para eso debo dejarme llevar por hilos invisibles, aquellos que fabriqué para una ocasión como esta, en los que iban a ser imprescindibles, si eran urgentemente necesarios y no hubiera logrado tener la fiereza para hacerlo por mi misma.
Ahora, debo fingir que duermo y fingir que sueño. Mañana después de fingir que despierto, escribiré esto donde ustedes lo lean y seguiré con mi vida.


- Sufres de un exceso de control yo no ♫♪
- No me sirves cuando finges ♫♪

¿Auto-Boicoteo?

Ahora, ¡ahora no entiendo nada!
Es que ahora soy feliz, y no me canso de repetirlo, pero cada vez que lo digo lo cuestiono y me da miedo, como siempre todo lo hermoso que me pasa. Y es quizá causal de este miedo lo que me pasa es que me río apenas y brotan lágrimas de mis ojos, y no, no son las de alegría como podría ser obvio, pero no. Son las clásicas para mí, esas que brotan a causa de un dolor intenso ¿Es que esperaba sufrir todo lo que debía antes de por fin lograr ser feliz? ¿Es que acaso no quiero realmente? ¿Acaso estoy boicoteándome yo misma? Como siempre lo supe, dentro de mi, que soy una masoquista y que no se si quiero entregarme 100% a la felicidad y también se que disfruto y me gusta ser así, como soy (que ahora creo realmente que no lo fui, ni fui creada así, las situaciones ye el contexto me fue formando). Pues bien, ahora que decido ser feliz, con miedos y todo, ¿caen más lágrimas de dolor? ¿Acaso es que extraño dormir abrazada a una almohada y pedir a ritos la presencia de un tercero que llegue a decirme “ya, ya… todo estará bien, estoy aquí contigo”? ¿Acaso anhelo la nostálgica Luna y los sollozos que usualmente la acompañaban? ¿Qué me ocurre que no doy paso a la felicidad?
Ya lo dije, ya lo acepté y lo grité a los cuatro vientos, ahora no hay paso atrás, porque estoy decidida.

Despierta a la realidad soñada~

Te vi ahí, en aquel mundo que era tu mundo, el mundo real, que era tan fantástico para mi, te vi ahí suspendido en el suelo, descansando de tanto ajetreo técnico. Salí, desperté, sí, gracias a un aliento de vida que me entregaste cual hada azul. Me movía, si podía moverme la fin, podía acercarme a los demás, al mundo, podía explorar y salir corriendo, volar quizá (solo quizá porque no lo intenté) pero solo quise hacer una cosa. Es que tu presencia me atrajo cual imán, solo quería tocarte, observarte de cerca, ahora yo mirarte sin pudor y a destajo, tenía tiempo (no lo sé). Te vi ahí soñando quizás que sueños que existen ahora en lo profundo de tu inconciente. Recostado con ella, aquella que era yo, ¿era yo? ¿Yo era ella? No lo sé, poco entendí solo sé que te movías, respirabas, yo podía hacer lo mismo, tenías [grandes] pies, yo también, [dulces] manos, yo también, ojos, yo también, esos azules que no pude ver porque yacían cerrados para mi seguridad. Una cosa por otra, no se puede tener todo en la vida y que más iba a pedir, ¿iba a pedir algo? Era feliz. No sabía que hacer, el tiempo no era infinito, nunca ha estado de mi lado, así que tomé lo que me había dado vida, y te lo obsequié, si mi esperanza de verte y tener ahí conmigo y poder tenerte a mi antojo, era tuya, porque quería que el momento fuera único, solo eso quería, solo a ti te quería.
Te hice dormir, quería al menos despertar bien de este sueño real, quería jugar y regalarte algo que había aprendido antes, quizá en otra vida, de otro dueño, de algo que quizá observé y almacené, de algo que ensayaba todas las noches para ti, solo en mi mente. Era un show, para ti, una función, solo para ti, con todo mi amor, únicamente para ti.
Ahora bien, el tiempo ha acabado, he vuelto a ser inerte y de repente siento un calor, algún ser delicadamente me rodea firmemente con sus brazos protectores, me sujeta y me saca de escena. Esa flor permanecerá junto a ti, en [ahora] mis sueños. Te despides con un beso, un beso bizarro pero como nunca lo había soñado y como siempre quise. Un beso dulce y sincero, difuso pero real, ahora de vuelta al mundo real, ha vuelto mi sonrisa renovada y mis ojos brillan como antes, como el primer día que te vi, tras ese vidrio, en el anaquel. Cuando hacías tus piruetas y te movías con gran elegancia, con delicadeza. Gracias, por sacarme de ahí y hacerme volver a al realidad, esa realidad que es más que un sueño y es hermosa, porque ahora, la veo con estos ojos que brillan y no con los que se nublaban y se empañaban.
~Fin~

viernes, 18 de diciembre de 2009

Circo Teatro :o)


¿Cómo no ofrecer unas humildes palabras a aquello que me ha ayudado tanto? ¿Cómo no otorgarle un espacio en lo más íntimo de mi ser a esto que me ha dado soporte? Solo quiero agradecer y en pocas palabras describir lo que siento por ti, por ustedes, por esto.
Tan sólo el recordar cuando apenas empezó el taller, esas caminatas en todas direcciones, saltando, aprendiendo, escuchando y respetándonos, porque ya existía un cariño inmenso que llenaba ese inmenso gimnasio, esa energía que emanaba de cada uno y se renovaba colectivamente era lo que nos impulsaba ir todas las semanas. De a poco iban surgiendo los problemas, pero esa energía, esa potencia solo permitía amor entre nosotros y funcionaba de barrera ante aquello que quisiera perturbarlo. Aquellas conversaciones después del taller, el complementarnos y aprender cada vez más de lo que recién empezaba. Invitados que hicieron más grato el ambiente y se hicieron parte de nuestra historia. Poco a poco fuimos conociendo lo que, en lo personal, me cautivó profundamente. Esa naricita roja que iluminaba nuestros rostros, aquellos juegos que eran una nueva forma de aprender, sacarse la vergüenza y poder gritarle a la gente que sonría, que sea feliz, porque nosotros lo somos.
De ahí empezó mi amor, renació aquello que por conceptos capitalistas y sociales, había postergado tanto, aquello que me negué a aceptar, ya que sabía que era algo complicado, algo que explicaré después. Poco a poco, fuimos conociendo a este niño que nos hacía correr por todos lados emanando felicidad al mundo, eso que tanto necesita. Yo, saqué enseñanzas de este pequeño personaje que se fue formando en mi interior, como una pequeña máscara, aquella pequeña naricita roja me transformaba en aquello que tanto quería salir dentro de mi, aquello que se había guardado y reprimido por miedos que me impidieron ser yo, o al menos ese personaje que realmente era yo, o lo fui en algún momento, mi esencia. Mi sonrisa salía naturalmente de mis labios y no se borraba con nada, porque esa máscara me protegía de aquello me que hacía entristecer mi ser y lo convertía en lo que es y fue por tanto tiempo.
Luego, las cosas se complicaron más y más, ya no era suficiente mi máscara para hacer desaparecer mis miedos, el cariño y energía eran lo que me hacía regresar cada semana a renovar fuerzas y seguir. Aprendí que era posible lograr una hermosa conexión con varías personas y hacer lo que adoro. Existieron problemas que nuevamente fueron intentando romper aquello, algunas fueron más débiles y por cosas del destino quedaron en el camino, pero siguen en nuestros corazones.
Los ejercicios se centraron ahora en técnicas aéreas, ahí conocí mi adoración por el trapecio y su forma de elevarme, fue así también como me di cuenta que si no lo amaba con pasión desenfrenada, que era lo que necesitaba y dejaba todo atrás no podría seguir. Quizá debería intentar subir con mi nariz y experimentar en los cielos. También me di cuenta como era de débil mi atracción por la tela y al ver que no podía, que no se me era fácil, lo abandoné.
Ya después de algunos meses, tuve que elegir, una tarea difícil, ya que Clown era mi amor que había abandonado por el Trapecio y la sensación adictiva de tener alas, había además conocido las hermosas figuras que se podían hacer con el cuerpo en Mano a Mano y más aún, había conocido aquello que me cautivó desde siempre, Contacto había tocado mi alma y se había fundido con mis pensamientos ¿que hacía? Opté pero aquello que amaba y amo aún con todo mi corazón, las tablas me llamaban y esa nariz roja volvió a mi cara para nunca borrarse, nunca más.
Ahora, aún sin poder entender o asimilar el fin de esta etapa, después de haber tomado esta decisión después de haberme hecho parte de una familia, con altos y bajos, hermosa en todo su esplendor, esta familia que brillará por siempre. Ahora, se viene, en pocas horas la finalización oficial de un año de trabajo, conocimiento, de amor, de risas, de abrazos y de energía iluminadora y acogedora. ¿Qué hacer después de todo esto? El vacío existirá siempre, pero intentaré llenarlo, con aquello que descubrí y acepté, es lo que amo, el Teatro.
Gracias a esta experiencia supe que mi corazón está en las tablas y ¡no saldrá de ahí jamás! No me separaré del público en la calle, ya que siempre tendré mi nariz, que me hará ser quien soy realmente y hará iluminar mi mundo y el de mi eterno e infinito público. Porque nada ni nadie cambiará esto aquí dentro. El estudio de las mentes ajenas es mi amor infinito, y mi pasión alocada y arriesgada es estar arriba de un escenario, siendo otra y provocando reacciones, provocando sentimientos, despertando cuerpos inertes de tanta rutina y desazón, alimentándolos de aquella energía que recibía alguna vez en un taller que se transformó en compañía de Circo Teatro In Lak’ech.

y da igual lo que piensen o pensaron, lo que digan o dirán, yo adoro esta compañía y que?! ;o)

viernes, 4 de diciembre de 2009

Extracto "El Guardián entre el Centeno"



~ "Volvió a concentrarse. Luego continuó—. Esta caída que te anuncio es de un tipo muy especial, terrible. Es de aquellas en que al que cae no se le permite llegar nunca al fondo. Sigue cayendo y cayendo indefinidamente. Es la clase de caída que acecha a los hombres que en algún momento de su vida han buscado en su entorno algo que éste no podía proporcionarles, o al menos así lo creyeron ellos. En todo caso dejaron de buscar. De hecho, abandonaron la búsqueda antes de iniciarla siquiera. ¿Me sigues?
—Sí, señor.
—¿Estás seguro?
—Sí.
Se levantó y se sirvió otra copa. Luego volvió a sentarse. Nos pasamos un buen rato en silencio.
—No quiero asustarte —continuó—, pero te imagino con toda facilidad muriendo noblemente de un modo o de otro por una causa totalmente inane.
Me miró de una forma muy rara y dijo:
—Si escribo una cosa, ¿la leerás con atención?
—Claro que sí —le dije. Y así lo hice. Aún tengo el papel que me dio. Se acercó a un escritorio que había al otro lado de la habitación y, sin sentarse, escribió algo en una hoja de papel. Volvió con ella en la mano y se instaló a mi lado.
—Por raro que te parezca, esto no lo ha escrito un poeta. Lo dijo un sicoanalista que se llamaba Wilhelm Stekel. Esto es lo que... ¿Me sigues?
—Sí, claro que sí.
—Esto es lo que dijo: «Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansia morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella.»
Se inclinó hacia mí y me dio el papel. Lo leí y me lo metí en el bolsillo. Le agradecí mucho que se molestara, de verdad. Lo que pasaba es que no podía concentrarme. ¡Jo! ¡Qué agotado me sentía de repente!
Pero se notaba que el señor Antolini no estaba nada cansado. Curda, en cambio, estaba un rato.
—Creo que un día de estos —dijo—, averiguarás qué es lo que quieres. Y entonces tendrás que aplicarte a ello inmediatamente. No podrás perder ni un solo minuto. Eso sería un lujo que no podrás permitirte.
Asentí porque no me quitaba ojo de encima, pero la verdad es que no le entendí muy bien lo que quería decir. Creo que sabía vagamente a qué se refería, pero en aquel momento no acababa de entenderlo. Estaba demasiado cansado.
—Y sé que esto no va a gustarte nada —continuó—, pero en cuanto descubras qué es lo que quieres, lo primero que tendrás que hacer será tomarte en serio el colegio. No te quedará otro remedio. Te guste o no, lo cierto es que eres estudiante. Amas el conocimiento. Y creo que una vez que hayas dejado atrás las clases de Expresión Oral y a todos esos Vicens...
—Vinson —le dije. Se había equivocado de nombre, pero no debí interrumpirle.
—Bueno, lo mismo da. Una vez que los dejes atrás, comenzarás a acercarte —si ése es tu deseo y tu esperanza— a un tipo de conocimiento muy querido de tu corazón. Entre otras cosas, verás que no eres la primera
persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y te animará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía.
Se detuvo y dio un largo sorbo a su bebida. Luego volvió a la carga. ¡Jo! ¡Se había disparado! No traté de pararle ni nada.
—Con esto no quiero decir que sólo los hombres cultivados puedan hacer una contribución significativa a la historia de la humanidad. No es así. Lo que sí afirmo, es que si esos hombres cultos tienen además genio creador, lo que desgraciadamente se da en muy pocos casos, dejan una huella mucho más profunda que los que poseen simplemente un talento innato. Tienden a expresarse con mayor claridad y a llevar su línea de pensamiento hasta las últimas consecuencias. Y lo que es más importante, el noventa por ciento de las veces tienen mayor humildad que el hombre no cultivado. ¿Me entiendes lo que quiero decir?
—Sí, señor.
Permaneció un largo rato en silencio. No sé si les habrá pasado alguna vez, pero es muy difícil estar esperando a que alguien termine de pensar y diga algo. Dificilísimo. Hice esfuerzos por no bostezar. No es que estuviera aburrido —no lo estaba—, pero de repente me había entrado un sueño tremendo.
—La educación académica te proporcionará algo más. Si la sigues con constancia, al cabo de un tiempo comenzará a darte una idea de la medida de tu inteligencia. De qué puede abarcar y qué no puede abarcar. Poco a poco comenzarás a discernir qué tipo de pensamiento halla cabida más cómodamente en tu mente. Y con ello ahorrarás tiempo porque ya no tratarás de adoptar ideas que no te van, o que no se avienen a tu inteligencia. Sabrás cuáles son exactamente tus medidas intelectuales y vestirás a tu mente de acuerdo con ellas." ~

El Guardian entre el Centeno - J.D. Salinger