Solo Aquí, entre Tú y Yo~

Locuras, melancolias y hechos propios dramatizados y exagerados a traves de palabras bonitas. Incoherencias y secretos entre la Luna y yo, que se han hecho palabras y se han posado aquí, cual Mariposa en una flor de Primavera.

domingo, 24 de octubre de 2010

' Tú sientes que yo te apoyo, que te quiero? Estoy vacia, no palpito! '

viernes, 22 de octubre de 2010

Soy Anormal ~

Demasiados pensamientos flotando en mi cabeza, revoloteando como mariposas en la mente, me transforman en de-mente, a-normal, luná-tica...

jueves, 21 de octubre de 2010

En reparaciones. Deje dormir

Cerebro y corazón, cerrados por reparaciones (!)








Maldito cansancio, que no me permites ver más allá, porque lo unico que quiero es dormir y no ayudar.
Maldito cansancio.

Los iento tanto... tanto.. el problema es que no saco nada con decirlo o sentirlo, es que simplemente me hecho a morir y sigo sin hacer nada más que dormir, porque duermo y em aletargo, no me doy cuenta que vivo sino es cuanod sueño, cuando despierto. Necesito despertar y hay cosas que me son prohibidas y necesarias, que hago? pegarme un tiro y volver a lo mismo de antes solo para sentir que vivo?

Advierto que desapareceré, la impotencia me pone de mal humor y no soporto el fracaso.
Siempre termino haciendo lo que no debo, y este caso no será diferente.

Lo siento, pero quizá no. Aprendí (?) que debo cuidarme yo, porque sino, es casi imposible levantar a alguien desde el suelo.
Paciencia? Como quieras, si me conoces, si quieres conocerme, si sabes quien soy, si tienes idea de por lo que pasé, si quieres concervarme, si quieres uir, si quieres correr, si quieres hecarte a morir conmigo, o solo, estás ne todo tu derecho, puedes hacerlo, yo asumiré las consecuencias, por ahora... creo que la mejor opción es apagar la mente, el corazón y dejar que el cuerpo se maneje en piloto automático.
Lo siento y es de lo que unico que no me cansaré de hacer.
necesito pensar bien las cosas y tratar de escribir esto más coherentemente.
Porque soy un asco!
Gracias, seré más asco que lo que aborresco.

Buenas Noches.

(volveré para gritar que necesito despertar, porque me quedé dormida por mucho tiempo)

lunes, 18 de octubre de 2010

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche ... "

.





Tengo tantas ganas de escribir, de contar lo que siento, y es que es la angustia la que siempre me termina inspirando, pero no tengo tiempo, debo dormir, debo levantarme, vivir y surgir, porque tengo tantas ganas de ser feliz...
Tengo tantas ganas de escribir sobre ti, sobre tus ojos, tus facciones, tus movimientos, tu figura, tu silueta, esa persona inexistente e imaginaria que me turba la razón cada noche, que me ... tengo ganas de sacar todo de aquí dentro, donde siento, donde vivo, donde soy, pero no sale, más que en lágrimas y debo, porque siempre debo, dormir




...

Te perseguiré hasta en los atardeceres de Madrid


Te extraño/aba/aré tanto... me duele pensar que eres tan irreal que te imagino solo en mis sueños.
Hay algo aquí dentro que me duele y no creo que sea tu ausencia, pero tu recuerdo sigue renaciendo antes de cerrar los ojos para dormir, no puedo evitarlo, necesito cerrar este ciclo
y acabar las cosas de otra forma, no puedo dejarte ir.
Eso,
eso duele.

lunes, 11 de octubre de 2010

Despedida a la sombra de aquel...


Llevo semanas inventando frases, planeando que decirte y cuando me pongo en frente de ti, todo se desvanece. Ahora que tengo la oportunidad, no sé como empezar ni cómo terminar.
Te hecharé de menos, porque ... por qué? la verdad? porque has sido una buena distracción para tantos problemas, porque has estado en los pasillos cuando necesité reir o 'putear' a alguien, porque tus desprecios me han abrazado como no pudieron/supieron/quisieron hacer quienes se quejan ahora de mis actos hormonales a causa de tu partida, porque fuiste de una forma muy extraña, pero no única, especial para mí este año, por eso te extrañaré.
Porque has sido de los pocos seres de los cuales cuando no estoy con ellos, solo recuerdo las cosas buenas, y lo más increible es que de tí solo recordaba una, una sola, esa sonrisa ñoña que llegaba a tus ojos, se iluminaban y destellaban en patas de gallo, que daban señas de tu cansancio, pero recaían en un lunar justo en tu sien, un lunar que me distraía todas las clases y me hipnotizaba cual luna llena.
(Empiezan las incoherencias)
Entonces, fue un día jueves en el que llegué decidida a despedirme de tí. Pasé al negocio, compré un chocolate, lo guardé con pudor y vergüenza en mi bolsón y esperé, esperé toda la mañana con nervios, con manos sudorosas, con sonrisas intermitentes, con estupidez a flor de piel, y con miedo.
Llegó el momento, pensé que no te iba a encontrar, era demasiado tarde, no aparecerías, pero vi que tu firma no estaba aún en el libro, así que las esperanzas renacieron. Te apareciste como si nada ante mí, te llamé, me hiciste señas, yo te respondí de la misma manera y desapareciste ante mis ojos. Te esperé para que salieras, y luego de largo rato de canciones añejas y desgastadas del uso romántico pasando por mis oidos a mi corazón, apareciste nuevamente.
Ibas ocupado, con otra, la que te 'remplazará', y yo sonreí, atiné a pedir auxilio con mi cuerpo, la abrazé, la felicité, conversamos ni más de 5 segundos, te pedí un espacio, un tiempo, necesitaba decirte tantas cosas, pero me frenaste, me dijiste con esa voz insoportable "ya, digame rápido que tengo cosas que hacer" , niñas inocentes y hormonales se acercaron a ti, usaban MI tiempo contigo, y volviste a desaparecer en un segundo.
Volví a la escalera, volví a tomar el libro que guardaba menos emociones que las que podía sentir cualquiera en mi estado, entonces lo cerraba y abría, con ánimos de parecer ocupada si es que aparecías, si es que notabas que te estaba esperando a ti, y que lo haría hasta muy tarde en la noche si fuese necesario.
Volviste a aparecer, con ella. Esperé, te liberó y en tan solo tres segundos, te tomó del brazo mi enemigo. Te llevó por el lado del egocentrismo, por el lado del narcisismo, a mirarte solo el ombligo que es más hermoso para ti que nadie, y a elevarte a un pedestal con las alabanzas de niñas que te adoran cual Dios.
Me contuve, esperé, seguí esperando, y pasaron minutos, ya quizá una hora, el tiempo era inestable, pues cuando no te tenía, era largo y eterno, pero mientras estaba contigo, era irreal y fugaz.
No soporté más la umillación, no pude más, mi dignidad me lo impedía, y me acerqué a despedirme, a decirte "adiós" pero solo atiné a decirte con la voz más indiferente que podía formar en esos momentos mi garganta "hablamos el sábado".
Llegó el día tal, y no pasó nada, luego de tantas reflexiones, de tantos monólogos al estilo Hamlet, con la básica pregunta del "¿ser o no ser?", me dí cuenta que no valías la pena, que a quien realmente voy a extrañar será a quien imaginé proyectado por esos ojos luminosos, un ente nacido en la luna de tu lunar, bañado con tu sonrisa y creado por mi imaginación, como tantos otros, pero este adoptó tu figura, no quizo otra.



Si supieras que he derramado lágrimas, serías un palomo con el pecho inflado, y no quiero otorgarte más risas a expensas mias, de mi inocencia (?), de mi ... cariño? aprecio? por ti.


Pero le digo a ese ente que solo vive en mí, que los sábados no serán lo mismo sin tí, marcaste mi 4º como pensé que no pasaría más, fuiste un juego bastante entretenido, te quedarás en mi memoria por largo tiempo, y no podré evitar sonreir con un toque de rocío en los ojos cuando piense en ti. Ahora será mucho más fácil que suceda, te vas mañana martes a España y yo seguiré aquí, esperando que tu sombra iluminada por mi mente, se transforme en cuerpo y vuelva a mi vida como la pensé.


Fuiste tantas cosas, pero menos tú.


Éxito en todo y que tengas una hermosa vida. Espero volver a encontrarme contigo y reir de las tonteras que sentía, por ahora, solo diré que estoy confundida, y siento que te aprecié bastante, más de lo que me merecías de mi parte.



Au Revoir ~

sábado, 2 de octubre de 2010

Sentimiento Masa (Ensayo)

~

Masa según la RAE se refiere a un conjunto o concurrencia de alguna cosa, muchedumbre o conjunto numeroso de personas, o gran conjunto de gente que por su número puede influir en la marcha de los acontecimientos. Para este ensayo me quedaré con la última acepción.

¿Cómo llegamos a ser tan influenciables por la corriente y dejamos que nuestra vida sea igual a la del vecino, a la del tipo que va a tu lado en la micro, a la de cualquier persona y no pensamos un poco más allá en que puede ser diferente, y vemos simplemente con envidia a los sonrientes cuerpos de otros que hacen cosas diferentes pero aún así metidas dentro de otra masa, siempre en una masa?

Iba caminando por pleno centro de la capital de este país, Santiago, en paseo Huérfanos, muy transitado los días hábiles en horario de colación, y me empuja grotescamente una mujer de ya avanzada edad, con bolsas llenas de nombres de marcas de tiendas comerciales, su ropa de marca y a pesar de que me agredió, se lo perdoné porque era como de afiche publicitario, casi falsa.

Luego del aturdimiento me obligó a tomar asiento y busqué entre vagos un lugar para mi en las bancas. Me senté, ordené mis cosas de tal modo que no las robasen, aunque no tuvieran mucho valor monetario, y me dispuse a observar con calma el clima. Mi mirada fija en el cielo, bajó lentamente a los edificios, la arquitectura, se posó en la gente, en el gentío que transitaba por ese lugar en ese momento, y ¿qué fue lo que vi?

Esos zombies grises caminando en filas y a ritmo perfecto marcado por los tacones puntiagudos de las damas que uniformadas forman parte del paisaje.
Luego me fijo en unos colores llamativos que rompen el perfecto esquema de los marchantes, me ilusiono, pienso que la monotonía se rompe, pero luego me doy cuanta que no es uno, ente único individual, son varios, un grupo que resalta, un grupo diferente a los zombies pero, iguales entre si, me desilusiono.
Sigo observando y distingo entre la masa unas formas furiosas que resaltan, pero en masa, otra masa dentro de la masa, y me fijo en las figuras, en los colores, en los sonidos, en esta masa que se forma homogéneamente en su estructura sistemática de “masa humana”.
Es en ese momento, me miro, salgo de mi cuerpo y observo algo diferente, son caras, formas, olores, razones, ideas, diferentes y temo.
¿Por qué temo? ¿De que temo?
¿Es el miedo a la soledad, al rechazo, a la burla, al cambio, a lo incierto, quizá?
Es la sensación de ser diferente, de no encajar, de no ser parte de algo y el pavor recorre hasta mis más recónditos rincones de mi ser.
Me muevo, me adecuo al ritmo casi militar de los marchantes grises, me pierdo. Sigo en el intento de encajar, busco otras formas, cambio mi pelo, mi ropa, mis movimientos, mis expresiones, mi habla.
Me siento a veces como Augusto Pérez de Niebla

“Muchas veces se me ha ocurrido pensar, Orfeo, que más no me veían. Y otras veces he fantaseado que no me veían como me veía yo, y que mientras yo creía ir formalmente, con toda compostura, estaba, sin saberlo, haciendo el payaso, y los demás riéndose y burlándose de mí. ¿No te ha ocurrido alguna vez a ti esto, Orfeo?” (1) Niebla

Trato de mutar en ente furioso, no resulta. En ente alegre e ilusorio, no resulta. En ente natural y casi vagabundo, no resulta.

Me canso, trato de ahogarme en instrumentos que me hundan en la homogeneidad, me sumerjo en la televisión, en Internet, en reuniones sociales donde todo es fingido, donde todos sonríen y se pierden en el alcohol. No lo logro.
Vuelvo tras varios intentos fallidos al mismo banco, en el mismo lugar en el que como adán y Eva sentí vergüenza de verme desnuda ante una sociedad revestida en el amparo que les otorga ser masa sin destacar, para que nadie se fije en sus imperfecciones.

“Entonces se les abrieron los ojos y ambos se dieron cuenta de que estaban desnudos” (2) Biblia

Vuelvo al mismo cuestionamiento ¿Por qué nos vemos obligados a ser parte de algo? Es que en esta sociedad que nos “une” con medios comunicaciones, que realmente lo único que hacen es dividirnos en pantallas sin sentimientos, simples máquinas iguales unas entre otras. Nos hace estar solos, cenar frente a la televisión alimentándonos de comidas para uno y pensar en las metas individuales sin reflexionar en la comunidad. He ahí el surgimiento de la necesidad de formar una masa, un conjunto que nos lleve no a un fin común, pero que aminore la soledad.
Me levanto y camino, me pierdo entre la masa, entre el mar de gente gris, me mimetizo, porque aparentemente soy una más, pero escondo – porque debo esconder, porque al fin y al cabo sufro del mismo miedo que invade al mundo – sabiendo que no dejaré de ser yo, diferente, única, solo yo, en la simpleza de mi esencia, como la de cualquiera, pero conciente de mi y de mi originalidad.

Y como ejemplo más claro, estás tú, leyendo esto, para tratar identificarte con alguien que sabes bien es diferente a ti, tratar de ser parte de mí. Te digo de inmediato que eres único, solo el hecho de estar solos en el mundo es capaz de unirnos como masa, heterogénea, pero masa al fin y al cabo, puesto que no podemos escapar de la comunidad, de la sociedad, pero si podemos ser diferentes y aceptarnos, lograr que el pensar diferente no sea capaz de dividirnos, sino unir la ideas y concluir en el consenso del respeto. No volver a temer nunca más por ir en contra de la corriente en la que te sumerge el mar de gente que se vuelve cada vez más fuerte producto de la globalización y de la soledad.


María Fernanda Díaz F.

Maffe xdd