Solo Aquí, entre Tú y Yo~

Locuras, melancolias y hechos propios dramatizados y exagerados a traves de palabras bonitas. Incoherencias y secretos entre la Luna y yo, que se han hecho palabras y se han posado aquí, cual Mariposa en una flor de Primavera.

lunes, 11 de octubre de 2010

Despedida a la sombra de aquel...


Llevo semanas inventando frases, planeando que decirte y cuando me pongo en frente de ti, todo se desvanece. Ahora que tengo la oportunidad, no sé como empezar ni cómo terminar.
Te hecharé de menos, porque ... por qué? la verdad? porque has sido una buena distracción para tantos problemas, porque has estado en los pasillos cuando necesité reir o 'putear' a alguien, porque tus desprecios me han abrazado como no pudieron/supieron/quisieron hacer quienes se quejan ahora de mis actos hormonales a causa de tu partida, porque fuiste de una forma muy extraña, pero no única, especial para mí este año, por eso te extrañaré.
Porque has sido de los pocos seres de los cuales cuando no estoy con ellos, solo recuerdo las cosas buenas, y lo más increible es que de tí solo recordaba una, una sola, esa sonrisa ñoña que llegaba a tus ojos, se iluminaban y destellaban en patas de gallo, que daban señas de tu cansancio, pero recaían en un lunar justo en tu sien, un lunar que me distraía todas las clases y me hipnotizaba cual luna llena.
(Empiezan las incoherencias)
Entonces, fue un día jueves en el que llegué decidida a despedirme de tí. Pasé al negocio, compré un chocolate, lo guardé con pudor y vergüenza en mi bolsón y esperé, esperé toda la mañana con nervios, con manos sudorosas, con sonrisas intermitentes, con estupidez a flor de piel, y con miedo.
Llegó el momento, pensé que no te iba a encontrar, era demasiado tarde, no aparecerías, pero vi que tu firma no estaba aún en el libro, así que las esperanzas renacieron. Te apareciste como si nada ante mí, te llamé, me hiciste señas, yo te respondí de la misma manera y desapareciste ante mis ojos. Te esperé para que salieras, y luego de largo rato de canciones añejas y desgastadas del uso romántico pasando por mis oidos a mi corazón, apareciste nuevamente.
Ibas ocupado, con otra, la que te 'remplazará', y yo sonreí, atiné a pedir auxilio con mi cuerpo, la abrazé, la felicité, conversamos ni más de 5 segundos, te pedí un espacio, un tiempo, necesitaba decirte tantas cosas, pero me frenaste, me dijiste con esa voz insoportable "ya, digame rápido que tengo cosas que hacer" , niñas inocentes y hormonales se acercaron a ti, usaban MI tiempo contigo, y volviste a desaparecer en un segundo.
Volví a la escalera, volví a tomar el libro que guardaba menos emociones que las que podía sentir cualquiera en mi estado, entonces lo cerraba y abría, con ánimos de parecer ocupada si es que aparecías, si es que notabas que te estaba esperando a ti, y que lo haría hasta muy tarde en la noche si fuese necesario.
Volviste a aparecer, con ella. Esperé, te liberó y en tan solo tres segundos, te tomó del brazo mi enemigo. Te llevó por el lado del egocentrismo, por el lado del narcisismo, a mirarte solo el ombligo que es más hermoso para ti que nadie, y a elevarte a un pedestal con las alabanzas de niñas que te adoran cual Dios.
Me contuve, esperé, seguí esperando, y pasaron minutos, ya quizá una hora, el tiempo era inestable, pues cuando no te tenía, era largo y eterno, pero mientras estaba contigo, era irreal y fugaz.
No soporté más la umillación, no pude más, mi dignidad me lo impedía, y me acerqué a despedirme, a decirte "adiós" pero solo atiné a decirte con la voz más indiferente que podía formar en esos momentos mi garganta "hablamos el sábado".
Llegó el día tal, y no pasó nada, luego de tantas reflexiones, de tantos monólogos al estilo Hamlet, con la básica pregunta del "¿ser o no ser?", me dí cuenta que no valías la pena, que a quien realmente voy a extrañar será a quien imaginé proyectado por esos ojos luminosos, un ente nacido en la luna de tu lunar, bañado con tu sonrisa y creado por mi imaginación, como tantos otros, pero este adoptó tu figura, no quizo otra.



Si supieras que he derramado lágrimas, serías un palomo con el pecho inflado, y no quiero otorgarte más risas a expensas mias, de mi inocencia (?), de mi ... cariño? aprecio? por ti.


Pero le digo a ese ente que solo vive en mí, que los sábados no serán lo mismo sin tí, marcaste mi 4º como pensé que no pasaría más, fuiste un juego bastante entretenido, te quedarás en mi memoria por largo tiempo, y no podré evitar sonreir con un toque de rocío en los ojos cuando piense en ti. Ahora será mucho más fácil que suceda, te vas mañana martes a España y yo seguiré aquí, esperando que tu sombra iluminada por mi mente, se transforme en cuerpo y vuelva a mi vida como la pensé.


Fuiste tantas cosas, pero menos tú.


Éxito en todo y que tengas una hermosa vida. Espero volver a encontrarme contigo y reir de las tonteras que sentía, por ahora, solo diré que estoy confundida, y siento que te aprecié bastante, más de lo que me merecías de mi parte.



Au Revoir ~

No hay comentarios:

Publicar un comentario