...subes a una colina, miras la ciudad, las luces, la gente, tomas un gran respiro y te tiras corriendo colina abajo, gritas, sacas todo lo que no hay en ti. Tratas de despertar, pero es demasiado tarde, llegas abajo y te das cuenta que nunca has estado durmiendo, que esto es real y que no hay salida, ya no, es demasiado tarde para ello.
No estoy, porque ya no soy.
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