
Mi querido, te mueves al compás del suyo, y cantan al unísono una misma canción, se mueven al mismo ritmo, se conjuntan, se unen en un mismo compás.
Volar quisieras, alejarte, correr, hasta apartarte de todo lo conocido, vagar, solo vagar por la cuidad, perderte entre las imitaciones de luna, entre la oscuridad de una ciudad que recién despierta del embobamiento de la rutina. ¡Sal! Empápate de esa vitalidad que mucho le hace falta a tu alma moribunda.
Corazón arraigado ami conciencia, ¿cómo has podido alejarte tanto de ella? Dejándote dominar por las barreras impuestas por otros que no son más que limitados, auto-limitados. Sé libre y aléjate de lo que sabes no es lo que realmente quieres, si quedan por lo menos algunos vestigios de humano en ese músculo desvanecido y moldeado a al manera de los Otros. Sal de tu molde pequeño pastel de chocolate, sal y sé como quieras ser. No, no desees más ser como eres porque no eres quien naturalmente tú en estas condiciones. Solo sé.
en mi blog http://vangelisa.blogspot.com/
ResponderEliminarhay un premio para ti
besos