Eros y su DeLirio

“Hazme algo y mucho más. Tómame en tus brazos y enséñame para que he venido a nacer.
Esta vida ya nos será mas monotonía ni aburrimiento, ahora hay emociones, hay sensaciones, y vibraciones. Quiero sentir que estas conmigo, a mi lado.
Sentir que el tiempo ya no corre, fluye. No sentir nada más que tu aliento en mi cuello. Esos besos irresistibles. He cambiado, me he trasformado y no he podido dejar de mirarte ya con estos ojos, que me quitaría si fuera necesario para no verte con otra. Me he dado cuenta de que me has empujado a hacer tantas cosas, a seguir caminando, me has llevado a correr irresponsablemente, a pararme en la carretera y correr hacia un auto en marcha, sin prisa pero sin letargo. Sin problemas, sin preocupaciones, quiero volar contigo y hacerte un traje para que viajemos juntos a la luna, mecerme en tus piernas y dormir abrazada a tu cuello. Morderte el mismo y no separarme de ti. Ser el señor perfecto y romántico infinitamente, tal como eres y como te quiero. Sabemos que esto no es real y da igual, ahora el tic-tac de la Primavera no me apresura.
Si abro ahora mi corazón, veo su interior acogedor y vacío, esperando a alguien que bien sé no eres tú y bien sabes lo sabes tú también. Lo saben todos menos los que nos hicieron llegar a esto.
Me gusta, o al menos me acostumbré a esto tan irreal y falso que quizá no lo sea tanto, quizá hay algo real y verdadero dentro de estas declaraciones y abrigos, o quizá si, pero intento darle un significado y comprometerme.
Quiero que seas mío y solo mío, alguna vez poder pertenecer y permanecer yo también con alguien que me pertenezca y permanezca en mí.
Saber y suspirar por ti, sacarte esos pesos de encima y tocar tu corazón, llegar a él como una flecha de aquel que he detestado tanto, ese travieso Eros que se asoma por mi ventana trayéndome el primer lirio de la entrante temporada de florecimientos. De florecimientos, de nacimientos, de cosecha y de frutos. Ese DeLirio que trae para mi deleite y me da a conocer el inicio de mi locura y tortura, de mi arraigamiento y atadura con este sentimiento que me hace quererte cada vez más, y querer estar contigo para nunca soltarte y rodar por los prados juntos, tranquilos.
Ahora, que nuestros corazones descansen en paz, juntos ojala, porque no será de otra forma a menos que sacrifique mis ojos y no pueda verte más, mis brazos estén detrás de mis piernas y no pueda abrazarte más y mi lengua esté entre mis sesos y besos, y no pueda pensar coherentemente, ni pueda decirte cuanto te quiero, ni cuanto me has ayudado a seguir.
Al igual que la Primavera y gracias a Eros que me entrega el DeLirio, seguiré viviendo y surgiendo con mi rutina que cada vez es mas interesante.”
Por eso ahora descansa ella en su alcoba, arropada sin saber que mañana la espera otra flecha implacable en su alma y no se quebrará ni saldrá hasta que quiera sacarla a tirones o la deje ahí para que el Dios Cronos la elimine.
¡Ay! ¡Cronos! ¡Ay! ¡Eros! ¡Ay! ¡Afrodita ayúdame!
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