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Tomar desiciones, cuando las personas y el futuro está en juego dejó de ser tan facil como antes.
Cuando uno crece las responsabilidades aumentan y la libertad también, la libertad de aprender por lso propios errores y de encuasar nuetro futuro.
Estos dos meses que quedan de año, serán los que tendré mayor libertad, será que el liceo me dejó ser libre, será que mi madre me dejó ser libre, será que las desiciones ahora solo dependen de mí, y es natural, temgo miedo y no me avergüenza decirlo, sí me avergüenza decir que aún no tomo conciencia de lo que está pasando.
Es que cálsico en mí, como barrera necesaria, uso esto de hacerse la lesa el mayor tiempo que pueda, poder evitar el tomar conciancia (que es irremediable) de una situación y prolongar mi estado de amnesia temporal el mayor tiempo posible.
Ahora sólo sé que tengo el poder, tengo la libertad, pero todo esto, viene de la mano con la R E S P O N S A B I L I D A D. Esa que exijimos desde pequeños, esa que pedmos a gritos cada vez que nos coahartan sin saber lo que pedimos realmente.
Muchas veces no sno damos cuenta de lo que pedimos, porque cuando lo tenemos, pensamos que no era tal como lo deseabamos y caemos en cuenta de que las cosas nunca son perfectas. Es que el mundo de las ideas no existe.
Me quedan 6 horas como alumna del Liceo 1, liceo en el que viví demasiadas cosas como para plasmarlas en pocas palabras, liceo en el que conocí demasiadas peronas, pero puedo decir traqnuilamente, que aún aquí, conmigo, quienes realmente quiero conservar por siempre, o al menos el mayor tiempo que sea posible.
Pienso en cuando entré y me doy cuenta de lo pequeña que era en séptimo, no tan solo de porte, sino de pensamiento, de las tonteras que decía y hacía, de la vergüenza que me da tan solo recordarme, con las trenzas, partidura de al medio, y piochita del liceo en la corbata hasta arriba.
Pasaron los años y con este, octavo llega. Empezé a hacer maldades, los garabatos fluian con menos timidez, la corbata bajaba lentamente, y los peinados eran más libres, además del look, pasé por una etapa en la que no estuve en el liceo, y lo que más agradezco de haber aprendido en Francia, es que soy yo la que debe hacer que las cosas pasen, y eso me ayudó en lo que seguía de mi vida.
Primero medio fue extraño, conocí a una persona con la que no empezamos bien, pero se convirtió en una de msi mejores amigas, conocí a una persona que me apoyó y me enseñó a la larga a sonreir a pesar de todo y a darme cuenta que de todo se saca algo bueno, y a una persona inesperadamente, que me enseñó a que las apariencias engañan, a que debemos guiarnos con el corazón y debemso ser fuertes y luchar por lo que queremos.
Llega segundo medio y llega el mejor año en el liceo, llega al jornada de la mañana y hasta una nueva compañera, se va una y llega otra, los cambios son a la larga para mejro porque nos enseñan a estar firmes, a seguri firmes, y ese año fue genial, así de simple, Genial. Fue el año en el que más hicimos trabajos prácticos, pero que nos ayudó a unirnos, a vivir cosas juntas y a compartir, a compartir vivencias, a compartir idas en la micro, a compartir sueños, a compartir amor, lárgimas y risas, sobre todo risas.
Tercero. Fue un año que por mucho tiempo lo miré con odio, rencor y dolor. Ese año sufrí, y eso fue lo que me marcó, el cansancio, la sobreexigencia, la exigencia externa, la sensibilidad extrema en mí, la soledad y el tomar conciencia de lo que realmente pasaba en mi mundo, darme cuenta que no todo estaba bien y ver como las paredes caían a pedazos destrozó mi ser y mi mente. Cai, caí mil veces, quise morir, quise espacar, quise desaparecer, quise muchas cosas, pero sigo aquí. El recuerdo más nítido que tengo, es una imagen de mí, postrada, hundida en la cama, en una mañana/tarde/noche de invierno, con mucho fríoy neblina a mi alrededor, pensando en nada, con la mirada perdida y lagañas de tanto llorar. Aún así, aprendí, no caer con facilidad, ese año nací de nuevo, me transformé en una persona más fuerte y dificil de vencer. Crecí, maduré, y aprendí. Porque conocí otras formas de salir del abismo en vez de tratar de caer más en él y darse por vencida. Descubrí las cosas que si valen, los detalles y las oportunidades de vivir y cambair la vida que uno tiene.
Cuarto medio, ¡uf! ¡qué año! un año en el que traté de vivirlo relajda, se venían muchas cosas por delante y nunca acepté que vivía mi último año en el liceo. Quise que las cosas fueran diferentes pero me di cuenta que todos los años anteriores se me vinieron encima con un 'tu pasado te condena', volvieron personajes de antaño y renacieron figuras olvidadas. Me acerqué y me alejé, que forma más increible de alejarme de todos, con la clásica escusa 'no tengo tiempo'. De quien sí me acerqué fue de la Nicole, es que nos dabamos fuerza mutuamente y quizá nos acercamos tanto que nos malfocalizamos, en que nos dabamos tiempo a nosotras y a lso estudios y a los demás amigos? cuando? Pero eso se remedió o se compenzó este mes, este mes de despedidas continuas, en las que era el primer última día del mes de noviembre en clases, y cosas por el estilo. Aprendí a valorar a la gente, a las cosas, a dar gracias por estar aquí y tener la posibilidad de ser dueña de mi vida y hacer las cosas bien. Aprendí que los sentimientos son manejables, pero hasta cierto punto, que los trastornos son comunes y que todos estamso locos, aprendí que uno no siempre sabe lo que quiere, pero cuando lo ve en frente de uno, la certeza llega a doler de lo potente y puede escoger sin miedo, que el miedo no es más que adrenalina en la vida y que somos fuertes y poderosos, todos.
Ahora se extrañaré a mi liceo, a esos 6 años que pasé en él, a los momentos que viví, a la gente que conocí y lo que aprendí. Es que para mí el liceo es más que una institución manejada por burjas de la inquisición, como dijeron una vez por ahí, es más que malas caras en la mañana por parte de personas amargadas, son espacios que determinan nuestra identidad, se hacen parte de nosotros y nosotros parte de ellos, son momentos que serán imborrabls, que se los contaré a msi nietos, el liceo, es un lugar en el que las personas, y lo que uno aprende fuera de la sala de clases, se hace más importante a al hora de salir.
Gracias, por ser parte de mi vida, por ser parte de mi identidad, por ser parte de mi esencia, por ser parte de mi futuro, y por acompañarme estos 6 años. Liceo 1, aunque a muchas les cueste reconocerlo, y a mí a veces también, te amo♥ y mañana dejaré de ser una alumna más, pasaré a otra etapa que espero vivir gracias a lo que me enseñaste, pero ten seguro, que nunca te olvidaré, porque tú me viste crecer, en tantos aspectos...
Mañana, un cartón significará una insignia sin jumper, significará una corbata en el baúl, siginifcará el cierre de una etapa, y el inicio de otra.
El futuro asusta, pero, gracias a estos 6 años, soy más fuerte y no temo enfrentarlo.
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